miércoles, 31 de marzo de 2010

Competencias

Existen estudios sobre la lengua que analizan la competencia comunicativa que cada persona pone en juego al comunicarse día a día con su alrededor. Dicha competencia, que no se adquiere de forma innata sino que se desarrolla con la práctica, permite actuar de manera apropiada en el momento preciso y de la manera correcta.
Ahora bien, ella se ha dado cuenta de que, a pesar de la experiencia y de los años, hay personas que hacen caso omiso de esa competencia. Puede ser que no les interese, o también, que les parezca una imposición, punto a debatir, y con el que ella no desacuerda del todo. Pero la cuestión está en pensar en que, al borrarse todo tipo de límites y acuerdos, se puede incomodar a los otros interlocutores que forman parte de esa circunstancia comunicativa. Ahí es donde ella siente la traba. No se trata de desempeñar el papel que los demás quisieran que desempeñemos, ni siquiera se trata de lo socialmente convenido, se trata del respeto.
No quisiera parecer una mente conservadora ni que malinterpreten su crítica, solamente quiere resaltar una observación que se le ha vuelto recurrente. Por momentos siente que ya no importa el lugar, la situación, ni la relación que tengan las personas que participan del acto comunicativo, parece ser correcto transgredir gratuitamente cualquier acuerdo de tener una comunicación efectiva.
Nuevamente, ella insiste en aclarar que no pretende aleccionar cuan mente purista y fundamentalista de lo correcto y académico, lejos está de apoyar tales argumentos obtusos. Sólo critica esa tendencia a no cuidar ni un poquito cómo puede afectar lo que se dice y se hace, ni mucho menos reparar en sus consecuencias.

jueves, 25 de marzo de 2010

Verdadero/ falso

Ella se niega a pensar que vivimos en la era de las apariencias y falsedades pero tampoco puede negar la realidad, al observar que muchas relaciones interpersonales están basadas en la pura conveniencia. El día a día muestra que muchas personas fingen cualidades y sentimientos contrarios a los que verdaderamente tienen, como si la hipocresía hubiese pasado a ser una cualidad sine qua non para sobrevivir al sistema.
Ella jamás se caracterizó por ser una persona perseguida ni desconfiada, pero por momentos siente que debería ser menos ingenua y eso la pone bastante incómoda. No quisiera vivir en un mundo en oferta, donde todo puede ser negociado y vendido al mejor postor.
Por suerte, siempre fue una persona positiva y todavía lo es. Confía en que los objetivos personales pueden alcanzarse con esfuerzo, voluntad y aprendizaje. Si las cosas no salen como lo esperado, algunos ánimos pueden caerse, pero al final, se puede comenzar de nuevo lo mismo. Ahora, todo parece indicar lo contrario, si lo que se cae es la dignidad.

martes, 16 de marzo de 2010

Estado de ánimo

Últimamente ha percibido en su alrededor, una tendencia hacia los ánimos bajos. Ella entiende, porque incluso también lo sufre, que las personas atraviesan día a día muchas cuestiones que hacen que el humor cambie del estado positivo al negativo en cuestión de segundos.
Recuerda que alguna vez leyó que la distimia ( ese trastorno caracterizado por la autoestima baja y los ánimos caídos) puede tener un origen hereditario, pero ahora se pregunta si solamente influyen los factores genéticos. Evidentemente, no. La influencia del exterior tiene un peso importante que agarra desprevenido al primer paisano que se descuide. Ésto es lo que ha observado en este último tiempo. Contratiempos que se desarrollan en el día y personas que no pueden soportar la idea de tener que sortearlos. El sólo pensar que las cosas no salen tal cual se han ido planeando, desequilibra toda una estructura ya armada y la tira cuan torre hecha de cartas.
Ella también pasa muy seguido por sensaciones similares pero, a fuerza de golpes impensados, ha aprendido a distinguir que, en este mundo mortal, se pueden jerarquizar los problemas. Los que son reversibles, los que lo son pero a un largo plazo, los que en realidad no valen la pena, los que implican un desafío importante, los que no dejan nada más que amargura.
Sea como sea, ella sigue firme en sus avances. No gratuitamente ha logrado comprender y distinguir estos aspectos, y es su deber hacer valer lo que dejó a cambio. En el mientras tanto, observa los desánimos generales y trata de acompañarlos, pero reconociéndose en otro lugar.

martes, 9 de marzo de 2010

Imagen personal

¿La imagen mental que uno tiene de sí mismo y del papel que desempeña en la sociedad, será la misma que los otros tienen de uno? Es una pregunta difícil de responder, especialmente porque existen demasiadas aristas a tener en cuenta. Ella tiene la intención de encontrar determinaciones pero siempre termina mareada al enfrentarse a situaciones tan variadas.
Según el temperamento de cada persona, la imagen que construyen de sí mismas, es más o menos positiva . A su vez, ésto influye en la imagen que proyectan hacia el exterior. Cuanta más confianza y seguridad, mayor firmeza. ¿Y garantía de aceptación?
Ese exterior, a su vez, también depende de su propia imagen para captar la de los otros de una forma u otra. Y como si esto fuera poco, muchas veces las personas construyen un imagen falsa, que lejos está de transmitir lo que verdaderamente son.Una triste condición, producto de un sistema que premia y condena sin piedad, a cada inconsciente paisano que vive en sociedad.
Por ahora ella está tranquila. También ha caído en las garras de lonaturalmentecorrecto, pero tiene la voluntad de aprender a separar lo real de lo ficticio, y de esta forma vivir de la forma más genuinamente posible.

martes, 2 de marzo de 2010

Una tal personalidad

La personalidad es un constructo psicológico, un conjunto de pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y conductas que, frente a diferentes situaciones, distinguen a un individuo de otro. Ella siente curiosidad por saber el origen, la raíz de esas características que definirán a una persona por el resto de su vida. ¿Por el resto de su vida? He aquí el punto de inflexión, eso que no puede definir con palabras precisas y seguras.
Muchas veces escuchó hablar sobre la importancia de la llamada “primera infancia”, y por supuesto, concuerda en que los cimientos construidos en edad temprana, son claves para los tiempos venideros. Pero aún así, son insuficientes para completar la definición que busca. También ha leído sobre el factor herencia. En este aspecto, se siente todavía más insegura, no se anima a creer que las personas están genéticamente predeterminadas para ser de tal o cual manera.
Un tercer aspecto sería la influencia del medio ambiente. Éste, combinado con el de la infancia, son los que más le convencen y que, de alguna forma, le aclaran un poco tanta confusión. Los primeros contactos serán los que prepararán a la persona para enfrentar aquellos que vendrán después. Ella asocia a cada individuo con una esponja. Cada cuál absorbe del medio lo que éste le ofrece, y en base a eso, desarrolla su forma de actuar. Proceso que jamás deja de evolucionar. Algunas rasgos desaparecen, otros se modifican y muchos nuevos se incorporan. Le agrada pensar así, de esta forma nadie está condenado a ser un conjunto de características genéticamente impuestas e inamovibles.