lunes, 22 de noviembre de 2010

Transparencias

-Beroldo, otra vez por acá. ¿Qué la trae en esta oportunidad?
-Hola doctor. Vea, no es que me quiera inventar problemas, pero la realidad es que últimamente me siento transparente.
-Pero eso, querida Beroldo, ¿qué tiene de malo? Al contrario, diría yo que es una noble cualidad de su persona.
- A ver… no es que me parezca mal…
-¿Pero?…presiento un pero.
-Sí, por momentos, de tan transparente, siento que ni me ven.
-¿Y acaso no pensó en la gran ventaja que podría ser pasar desapercibida en determinadas situaciones?
- …
-¿Qué piensa, Beroldo?
- Me doy cuenta que lo que hace usted, es cambiarme el punto de vista de la historia. De la mía, quiero decir.
- ¿Y acaso eso no la ayuda?
- No dudo que sí. Ahora, ¿Puedo hacerle una pregunta más?
- Todas las que quiera.
- Si mis problemas/historias pueden estar focalizadas desde diferentes miradas. ¿Cómo me voy a dar cuenta cuál es la correcta?
- Me extraña, Beroldo. Usted bien sabe que una historia (o problema, como más prefiera) posee tantos sentidos como “lectores” tenga. Cuál elija usted, eso sí que ya me excede. No se olvide que esa multiplicidad, justamente la da esa libertad individual de interpretación con la que contamos.
- Suficiente por hoy, doctor. Me voy satisfecha. Hoy se han puesto en juego demasiados contenidos disciplinares. Necesito tiempo para procesarlos.
-¿Contenidos disciplinares? Interesante concepto.
- Sí, usted quizás los llame cuidados paliativos. Para mí, son contenidos de la literatura.
-¿Observa lo que le digo? Diferentes cristales, querida. De distintos colores y tamaños.
- Observo el punto. Hasta la próxima, doctor.
- Adiós, Beroldo. La espero pronto.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Consulta médica

-¿Qué la trae por acá, Beroldo?
-Vea doctor, hace un tiempo que siento algo extraño en la zona de la garganta y la boca.
-A ver, expláyese un poco más.
- Ocurre que cuando estoy hablando con alguien, siempre llego a un punto en que me paralizo, no puedo continuar con la conversación y empiezo a hacer cosas raras.
- ¿Cuáles serían esas cosas raras?
- Es como si quisiera hablar pero las palabras no salieran. Comienzo a hacer movimientos bruscos con la lengua. Parezco una loca, doctor. Llega un momento en que no puedo evitar sacudir de un lado a otro la cabeza, abrir la boca, sacar la lengua, gritar. Me doy cuenta que la gente me mira horrorizada, pero es lo único que calma esa ansiedad que me agarra. Quisiera saber qué problema tengo. Como verá, ando medio preocupada.
- Y dígame, cuando le pasa todo eso, ¿pierde conciencia de lo que estaba hablando en ese momento?
- Más o menos. Justamente lo que me pasa cuando tengo esos ataques, es que no recuerdo ciertos detalles que pensaba que sí sabía.
- No diga más, Beroldo.
- ¿Qué me ocurre, doctor?
- Usted sufre de lo que yo llamo, corporización de una metáfora.
- ¿De qué habla, doctor?
- Por sus síntomas, usted claramente tiene, muy seguido, ideas en la punta de su lengua.

domingo, 22 de agosto de 2010

Perspectiva

Pensó tanto en aquel terrible dilema, que desaparecieron todas las soluciones. Pasó horas concentrada, buscando un sentido y una reflexión.
Su problema trascendental del día generó tal descuido, que una gota de lavandina le arruinó una remera. A la hora de la cena, la copa de vino manchó el mantel de mariposas, y un mordisco atolondrado lastimó su lengua.
Por fortuna, tantos sinsentidos le devolvieron la coherencia a sus pensamientos y sus pies a la tierra.

jueves, 19 de agosto de 2010

Cortito

Y pensar que todavía quedan algunos ingenuos que preguntan la hora los domingos de primavera.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Camino como...

Camino como si pisara huevos

Camino como loca

Camino como en cámara lenta

Camino como si la calle estuviera en subida

Camino como si pegara saltitos

Camino como si recién me hubiese bajado de un caballo

Camino como si estuviera borracha

Camino como embarazada

Camina como si estuviera perdida

Camino como los soldados

Camino como si me doliera la panza

Camino como una bailarina de ballet

Camino como una tortuga

Camino como si me pesaran las piernas

Camino como apurada

Camino como jugando con las baldosas

domingo, 15 de agosto de 2010

Prueba 1

Estuvo sentada leyendo el libro hasta que la oscuridad del atardecer comenzó a molestarle. Subió la persiana y observó durante unos minutos a las personas que caminaban por la calle. Tuvo ganas de bajar y caminar un rato pero las ansias por terminar la historia no le permitieron cambiar el plan impuesto. Dejó el libro y se sentó frente a la computadora. Ya había bajado nuevamente la persiana, y ahora la luz artificial de la lámpara, reflejaba su cabeza en la pantalla. Rió durante unos segundos, y se imaginó concentrada y escribiendo el libro. No pudo más que burlarse de sí misma y pensar que la psicóloga se haría un festín con sus pensamientos circulares. Últimamente, todo es un círculo a su alrededor. Se levanta pensando en las ideas que no concreta y se acuesta con la misma certeza. Cuando escribe un principio, ya sabe que el final será indefectiblemente un espejismo de los primeros renglones.
Si fuese menos atrevida, dejaría que las cosas decantaran solas en la oscuridad de sus archivos privados. Sin embargo, la introspección que parece mostrar su cuerpo y su voz, desaparece al abrigo de la distancia y al resguardo de la impunidad que le da compartir su debilidad con personas que, sin dudas, respetan su extraña manera de actuar.

domingo, 30 de mayo de 2010

Percepciones

No resulta fácil definir las relaciones humanas, pero aún así se sabe que éste es un tema recurrente en ella y que siempre está intentando entender cómo funcionan.
Hace un tiempo que viene observando el nivel de receptividad de las personas. Esa capacidad para recibir estímulos exteriores, de escuchar y dialogar con el otro.
Ella tiene la impresión de que el medio no ayuda, justamente, a desarrollar esta capacidad de recepción. Lo individual permanece en una posición ventajosa en relación a lo grupal, y eso provoca cierta molestia a la hora de moverse de lugar. Se trabaja en grupo, se viaja en grupo, se estudia en grupo, sin embargo, no es factor suficiente para una convivencia armoniosa y social.
Por otro lado, en todas las situaciones y contextos, siempre existe la frontera insurgente. Ese espacio que se burla de lo establecido y rompe con lo conveniente. Lugar en el cual persiste la idea de todo cambio, y donde el tiempo se reparte entre análisis y prácticas.
Ella respira aliviada de saber que están esos espacios, que son ocupados por una gran mayoría y que sus pinchazos resienten a la costumbre legítima.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Determinaciones

Casi como un manipulador profesional, el tiempo puede controlar la conducta de las personas e impedir la libre elección de las acciones y deseos. Ella sufre constantes luchas internas que, por momentos, no la dejan pensar con lucidez. La influencia del medio es tan fuerte que hasta ha llegado a pensar que un ritmo acelerado es el que debería elegir como estilo de vida. Por suerte, sólo fueron momentos en donde el medio la agarró desprevenida.
Ella quiere hacer, y mucho. Pero también quiere parar. Parar y sentir. Poner pausa y observar. Está segura que una sucesión de actividades inconexas no pueden definir su vida. En todo caso, es ella quien la define. Aunque por momentos parezca ahogarse en el caos rutinario, bien sabe que es sólo una simple cuestión de frenar.

domingo, 9 de mayo de 2010

Empatía

Muchas veces se pregunta cómo se desarrolla la empatía. Ha observado situaciones tan distintas en diferentes personas, que no logra llegar a ninguna explicación que le aclare el panorama. La empatía es la capacidad de comprender lo que sienten y le pasa a las personas, casi una destreza básica de las relaciones interpersonales.
Ahora bien, esta habilidad de inferir los sentimientos y pensamientos del otro, es un desafío que no siempre todos quieren asumir. Aspecto que la incomoda y le da miedo.
¿ Acaso puede construirse una conciencia social que supere la ceguera emocional de algunos?

viernes, 30 de abril de 2010

Optimismo

Cuando se levanta optimista, aprovecha y piensa que en algún momento la balanza dejará de oscilar. El viento soplará justiciero y reacomodará las piezas de esa gran partida cuyas reglas han sido borroneadas con el tiempo.
En esos días prefiere hablar sólo con los ojos y festejar con orgullo que la preocupación no se le viene en gana.
Sólo en esos días da cuenta de las horas más allá de las agujas del reloj. Los detalles sutiles reaparecen y las decisiones no la ponen entre la espada y la pared.
Justo en esos días, elige lo sencillo y lo cortés. También suele cambiar en la rutina, aunque más no sea para descansar y otro poco para curiosear.

sábado, 24 de abril de 2010

Conocimiento

Es innegable la interdependencia del individuo con su sociedad, aunque existan personas que prefieren no hacerse cargo de los lazos sociales que los une con el resto de los miembros.
Ella suele hacerse mala sangre cuando observa a aquellas personas que poseen conocimientos que no quieren transmitir, o lo hacen desde una posición de poder que minimiza a quienes se los está socializando.
Tanto la experiencia cotidiana como la científica, sólo tienen razón de ser si su alcance incluye a todos los sectores de la sociedad. Ella ha aprendido con el tiempo y con las personas, que todos los saberes tienen una influencia esencial para la vida.
Entonces, camina tranquila y con orgullo al tomar posición acerca de tal compromiso. El proceso de enseñanza-aprendizaje ha sido, y será siempre, la base de su relación con los demás.

domingo, 11 de abril de 2010

Pequeño manifiesto

No sabe cuándo comenzó a sentir que el individualismo es una amenaza contra cualquier intención de funcionamiento grupal. No sabe cuándo empezó a darse cuenta que actuar únicamente según su propio criterio o sólo en función a su necesidad, siempre ha desencadenado la ruptura de todo intento de colectividad.
Tal vez nunca se entere en qué momento intentó separarse de su centro, pero la realidad es que ella está en ese proceso de cambio hacia un existencia que no es reducible a un número más de la maquinaria social. Por el contrario, intenta ser una persona, cuyo bienestar individual, sea consecuente con el de su sociedad.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Competencias

Existen estudios sobre la lengua que analizan la competencia comunicativa que cada persona pone en juego al comunicarse día a día con su alrededor. Dicha competencia, que no se adquiere de forma innata sino que se desarrolla con la práctica, permite actuar de manera apropiada en el momento preciso y de la manera correcta.
Ahora bien, ella se ha dado cuenta de que, a pesar de la experiencia y de los años, hay personas que hacen caso omiso de esa competencia. Puede ser que no les interese, o también, que les parezca una imposición, punto a debatir, y con el que ella no desacuerda del todo. Pero la cuestión está en pensar en que, al borrarse todo tipo de límites y acuerdos, se puede incomodar a los otros interlocutores que forman parte de esa circunstancia comunicativa. Ahí es donde ella siente la traba. No se trata de desempeñar el papel que los demás quisieran que desempeñemos, ni siquiera se trata de lo socialmente convenido, se trata del respeto.
No quisiera parecer una mente conservadora ni que malinterpreten su crítica, solamente quiere resaltar una observación que se le ha vuelto recurrente. Por momentos siente que ya no importa el lugar, la situación, ni la relación que tengan las personas que participan del acto comunicativo, parece ser correcto transgredir gratuitamente cualquier acuerdo de tener una comunicación efectiva.
Nuevamente, ella insiste en aclarar que no pretende aleccionar cuan mente purista y fundamentalista de lo correcto y académico, lejos está de apoyar tales argumentos obtusos. Sólo critica esa tendencia a no cuidar ni un poquito cómo puede afectar lo que se dice y se hace, ni mucho menos reparar en sus consecuencias.

jueves, 25 de marzo de 2010

Verdadero/ falso

Ella se niega a pensar que vivimos en la era de las apariencias y falsedades pero tampoco puede negar la realidad, al observar que muchas relaciones interpersonales están basadas en la pura conveniencia. El día a día muestra que muchas personas fingen cualidades y sentimientos contrarios a los que verdaderamente tienen, como si la hipocresía hubiese pasado a ser una cualidad sine qua non para sobrevivir al sistema.
Ella jamás se caracterizó por ser una persona perseguida ni desconfiada, pero por momentos siente que debería ser menos ingenua y eso la pone bastante incómoda. No quisiera vivir en un mundo en oferta, donde todo puede ser negociado y vendido al mejor postor.
Por suerte, siempre fue una persona positiva y todavía lo es. Confía en que los objetivos personales pueden alcanzarse con esfuerzo, voluntad y aprendizaje. Si las cosas no salen como lo esperado, algunos ánimos pueden caerse, pero al final, se puede comenzar de nuevo lo mismo. Ahora, todo parece indicar lo contrario, si lo que se cae es la dignidad.

martes, 16 de marzo de 2010

Estado de ánimo

Últimamente ha percibido en su alrededor, una tendencia hacia los ánimos bajos. Ella entiende, porque incluso también lo sufre, que las personas atraviesan día a día muchas cuestiones que hacen que el humor cambie del estado positivo al negativo en cuestión de segundos.
Recuerda que alguna vez leyó que la distimia ( ese trastorno caracterizado por la autoestima baja y los ánimos caídos) puede tener un origen hereditario, pero ahora se pregunta si solamente influyen los factores genéticos. Evidentemente, no. La influencia del exterior tiene un peso importante que agarra desprevenido al primer paisano que se descuide. Ésto es lo que ha observado en este último tiempo. Contratiempos que se desarrollan en el día y personas que no pueden soportar la idea de tener que sortearlos. El sólo pensar que las cosas no salen tal cual se han ido planeando, desequilibra toda una estructura ya armada y la tira cuan torre hecha de cartas.
Ella también pasa muy seguido por sensaciones similares pero, a fuerza de golpes impensados, ha aprendido a distinguir que, en este mundo mortal, se pueden jerarquizar los problemas. Los que son reversibles, los que lo son pero a un largo plazo, los que en realidad no valen la pena, los que implican un desafío importante, los que no dejan nada más que amargura.
Sea como sea, ella sigue firme en sus avances. No gratuitamente ha logrado comprender y distinguir estos aspectos, y es su deber hacer valer lo que dejó a cambio. En el mientras tanto, observa los desánimos generales y trata de acompañarlos, pero reconociéndose en otro lugar.

martes, 9 de marzo de 2010

Imagen personal

¿La imagen mental que uno tiene de sí mismo y del papel que desempeña en la sociedad, será la misma que los otros tienen de uno? Es una pregunta difícil de responder, especialmente porque existen demasiadas aristas a tener en cuenta. Ella tiene la intención de encontrar determinaciones pero siempre termina mareada al enfrentarse a situaciones tan variadas.
Según el temperamento de cada persona, la imagen que construyen de sí mismas, es más o menos positiva . A su vez, ésto influye en la imagen que proyectan hacia el exterior. Cuanta más confianza y seguridad, mayor firmeza. ¿Y garantía de aceptación?
Ese exterior, a su vez, también depende de su propia imagen para captar la de los otros de una forma u otra. Y como si esto fuera poco, muchas veces las personas construyen un imagen falsa, que lejos está de transmitir lo que verdaderamente son.Una triste condición, producto de un sistema que premia y condena sin piedad, a cada inconsciente paisano que vive en sociedad.
Por ahora ella está tranquila. También ha caído en las garras de lonaturalmentecorrecto, pero tiene la voluntad de aprender a separar lo real de lo ficticio, y de esta forma vivir de la forma más genuinamente posible.

martes, 2 de marzo de 2010

Una tal personalidad

La personalidad es un constructo psicológico, un conjunto de pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y conductas que, frente a diferentes situaciones, distinguen a un individuo de otro. Ella siente curiosidad por saber el origen, la raíz de esas características que definirán a una persona por el resto de su vida. ¿Por el resto de su vida? He aquí el punto de inflexión, eso que no puede definir con palabras precisas y seguras.
Muchas veces escuchó hablar sobre la importancia de la llamada “primera infancia”, y por supuesto, concuerda en que los cimientos construidos en edad temprana, son claves para los tiempos venideros. Pero aún así, son insuficientes para completar la definición que busca. También ha leído sobre el factor herencia. En este aspecto, se siente todavía más insegura, no se anima a creer que las personas están genéticamente predeterminadas para ser de tal o cual manera.
Un tercer aspecto sería la influencia del medio ambiente. Éste, combinado con el de la infancia, son los que más le convencen y que, de alguna forma, le aclaran un poco tanta confusión. Los primeros contactos serán los que prepararán a la persona para enfrentar aquellos que vendrán después. Ella asocia a cada individuo con una esponja. Cada cuál absorbe del medio lo que éste le ofrece, y en base a eso, desarrolla su forma de actuar. Proceso que jamás deja de evolucionar. Algunas rasgos desaparecen, otros se modifican y muchos nuevos se incorporan. Le agrada pensar así, de esta forma nadie está condenado a ser un conjunto de características genéticamente impuestas e inamovibles.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Espacio verbal

Ya es de público conocimiento que la proxémica es un tema recurrente en su cabeza. Se sabe dentro del grupo que mantiene una distancia prudencial que le da seguridad, pero aún así todavía no ha podido comprender del todo qué lógica manda la existencia de tal espacio. Muchas veces, ha experimentado que más allá de la distancia física, existe un acercamiento que puede traspasar ,y hasta muchas veces violar, cualquier precaución de incomodidad. No hay, o por lo menos ella no ha encontrado hasta ahora, un filtro que detenga a las palabras. Sí, a la expresión verbal, más allá de la corporal.
Nuevamente, se siente culposa por hacer clasificaciones mentales pero la realidad es que le ordenan un poco el pensamiento. Lejos está de poder hacer un verdadero trabajo de campo, por lo tanto, se conforma con poder observar su alrededor más cercano y tratar de comprenderlo desde ahí.
Por más superficiales que parezcan y/o sean, ella ha reparado en tres grandes grupos.
Por un lado, en aquel que habla constantemente de su vida personal ,aún cuando no conoce demasiado a sus interlocutores. Generalmente, espera no sólo un oído que lo escuche sino también opiniones que se inmiscuyan profundamente en lo personal.
El segundo grupo suele escuchar al primero con atención e interés y frecuentemente responde al requerimiento de opinar sobre la vida ajena. Eso sí, rara vez cuenta sobre su vida personal. Escucha, debate, opina, pero jamás revela.
En el tercer grupo, donde no puede negar que se encuentra ella, están aquellas personas que sienten vergüenza de sólo escuchar los trapitos ajenos. La vergüenza no nace por lo que escuchan, por lo menos ella jamás osaría juzgar de mala manera la neurosis ajena, pero no logran entender el porqué de esa necesidad de ventilarla con total desconocidos. Se sienten invadidos, cuando en realidad no son ellos quienes están hablando. Sienten por lo que el otro no. Y el reflejo seguro a tal situación es la pasividad absoluta. No pueden omitir esas palabras que traspasarán el espacio del otro, esas que justamente piden aquellos ojos demandantes.
La relación entre el segundo grupo y el tercero es, por coincidencia natural, de una complicidad implícita. Mantienen esas relación estrictamente respetuosa y jamás cruzan el umbral que podría reducir ese espacio que mantienen. De esta forma se sienten cómodos. No hay en ellos dobles entendidos ni intenciones, las relaciones no cercanas en el terreno estrictamente emocional son totalmente válidas en este mundo. Todo el tiempo se entrecruzan en esta vida social, conviviendo y comunicándose de forma justa y efectiva.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Soledad

No le caben dudas de que la soledad representa una experiencia subjetiva. Uno puede estar sólo sin sentirse solitario, o por el contrario, sentirse sólo aún cuando se está rodeado de personas.
Lo que le inquieta y quisiera entender es lo que podría denominarse como soledad social. Según lo que ella entiende por este concepto, refiere a la no integración / pertenencia a ningún grupo. Pero si la vida humana es vida social, si el papel de lo social en el desarrollo humano es biológicamente necesario. Entonces, ¿qué factores llevan a las personas a sentirse fuera de toda realidad compartida? ¿ Qué los lleva a la indeferencia total?
Cuanto más lo piensa, más lo siente como una contradicción. Los hombres son seres sociales pero la misma sociedad a la que pertenecen les genera indiferencia y hasta rechazo.
¿Será que la era social puede acabarse? ¿La individualización total y omnipotente es posible? ¿O resultará más redituable?
Como sea, ella lucha por no dejarse apabullar. Bajo ningún concepto quiere caer en esa soledad social que prevé como triste final la desaparición de toda empatía y comunión.

jueves, 11 de febrero de 2010

Área restringida / área liberada

El espacio personal se entiende como una especie de “espacio virtual” que rodea a las personas y que varía según cada individuo y la cultura de la que forma parte.
Hace tiempo que ella observa y analiza cómo funciona esa distancia zonal en cada una de las personas de su contexto. Ésto la ha llevado a hacer una arbitraria clasificación, que consiste en dividir a las personas en dos grandes grupos. Por supuesto, esta división no pretende ser taxativa, bien sabe que las etiquetas generalmente sólo responden a prejuicios por desconocimiento o por mentalidades obtusas. Lejos está ella de querer provocar tal imagen; el siguiente seudo-análisis es el resultados de conclusiones parciales de su mente, que la ayudan a ordenarse y comprender mejor el medio en el que vive.
Por un lado, se encuentran las personas que permiten la entrada libre, y casi invasiva, a su espacio sin demostrar ningún tipo de molestia, por lo menos desde lo observable superficialmente. No sólo permiten la intromisión de personas no cercanas sino que buscan y, por momentos pareciera que necesitaran, de esos contactos cercanos sin filtro.
En el otro grupo, aparecen aquellas personas que vigilan y sobreprotegen su espacio, a tal punto que a veces ni siquiera pueden ingresar ni los miembros más cercanos desde lo emocional y/o familiar. Ella tiene la sospecha de que, este cerramiento corporal y mental, puede ser una estrategia o mecanismo de defensa que las protegen de una supuesta “amenaza exterior”.
Si ella tuviese que etiquetarse en algún grupo, sin duda iría a parar al segundo. No siente ni orgullo ni rechazo frente a tal vana conclusión pero no puede negar que, a veces, quisiera poder romper con la rigidez y los extremos, y darse la oportunidad de encontrar un equilibrio.
Seguramente existan personas que no se identifiquen con su división y con gusto les dará toda la razón. Después de todo, su intención no es enfrascar falsamente a la realidad, sino que sólo pretende un ordenamiento temporal que le permita estudiar(se) y analizar(se) en contexto, a través de la experiencia vivida.

jueves, 4 de febrero de 2010

¿Fecha de caducidad mental?

La capacidad de crear pensamientos, la percepción, la memoria, la emoción, la imaginación, son algunas de las funciones que tiene la mente humana. Ella se preocupa lo mismo, tanto por las funciones intelectuales como por las afectivas. Sabe que el cerebro es como un músculo , y que por lo tanto, necesita de ejercicio constante para desarrollarse en su máximo esplendor. Pero aún a sabiendas de eso, no puede evitar sentir un gran temor.
¿Quién asegura su buen funcionamiento a largo plazo? ¿El deterioro mental es una causa natural de la involución biológica propia de la vejez? ¿Existe tal involución? ¿ O sólo se produce si hay un trastorno patológico? Muchas preguntas y ninguna certera respuesta que la deje más tranquila.
Teniendo en cuenta el caos de dudas y desconocimiento que la acecha, decide tomar una posición que la resguarde y pensar de la siguiente manera: si existe tal deterioro de la mente, no tiene porqué ser global e irreversible. Prefiere respirar con inocencia infantil y convencerse de que casi todo puede ser transitorio y recuperable.

jueves, 21 de enero de 2010

Velocidad

Acelerar significa incrementar la rapidez: de cualquier medio de transporte, del paso al caminar, de la actividad que se realiza en un momento determinado. O de todo lo anterior junto. Ella analiza bastante este estilo de vida, y por momentos piensa ingenuamente que está a salvo de ese peligro. Un craso error. Ella está tan sumergida en la marea como cualquier otro noble paisano. La única sutil diferencia radica en que algunos se agotan de estar en carrera todo el tiempo, y otros permanecen anestesiados para no bajar los decibeles, ni mucho menos la productividad. Incluida en el primer grupo, se aferra a la idea de que el agotamiento los escarmentará; seguramente sin un cambio a corto plazo, bien se sabe que el aprendizaje es un proceso largo e individual. Aún así, si las fichas se mueven lentamente de lugar, estarán liberándose de a poco.
Pensar que sólo desea un reloj con la hora justa, la ayuda a mantener la mente atenta. Cualquier síntoma en su ritmo cardíaco, es una alarma fehaciente de que el plan ha perdido su rumbo. Entonces, respiración profunda y vuelta a empezar.

miércoles, 13 de enero de 2010

Síndrome social

No logra comprender las razones de esa tendencia a la procrastinación. Ella se cree una persona activa y constante en sus actividades, pero aún así, la falta de voluntad acecha frente a ciertas situaciones. Los momentos más difíciles de sortear, son los que justamente no siente como presión. Triste condición de la cual no está ni remotamente orgullosa.
Ahora bien, si observa a su entono, se encuentra con que no es la única que sufre de tal impedimento; tal panorama le provoca una incomodidad aún mayor. Las personas están en constante movimiento, pero ¿Quién lo genera? ¿La real voluntad de los individuos o la presión abrumadora del sistema social que los sostiene?. Ella se sabe dentro de esa sociedad, y por lo tanto, entiende que hay mecanismos que de tan institucionalizados, son absorbidos como naturales. Sólo espera no perder la costumbre de parar de vez en cuando y analizar. Sabe que el día que no sienta alguna extrañeza en su vivir cotidiano, se condenará a una triste existencia despersonalizada.

domingo, 10 de enero de 2010

Aprendizajes II

Saber manejar los contratiempos no es una cuestión menor. De hecho, ella piensa que justamente ahí radica el secreto para enfrentarlos. La reacción tardía solamente hace de los problemas, una situación casi imposible de superar.
De todas las situaciones cotidianas que vive en el día a día, ha sacado en limpio que la paciencia le puede ser de gran utilidad. Sin confundirla con la pasividad, la actitud paciente ayuda a no dejarse dominar por los problemas y, mejor aún, a ejercitar la mente. Evaluar y elaborar la mejor salida es, para ella, la clave del éxito.
No la malinterpreten, la clave no está en resolver la situación. Probablemente, la mayoría de las veces no se alcance el cometido. El “éxito” recae en la posición que se logra tomar frente a ellas. O sobre todo, en la fuerza para mantener una cierta constancia.
En fin, ella hace sus intentos y cuando tiene oportunidad, hace públicos sus pensamientos. Pero todo lo hace con mucho cuidado. No se piensa autoridad para dictar ninguna receta ni mucho menos quiere parecer una falsa predicadora.

lunes, 4 de enero de 2010

Aprendizajes I

Por más que trate de actuar simulando indiferencia, ella bien sabe que es poco creíble. Debe ensayar un poco: a veces es necesario actuar el “como si”. La displicencia no se encuentra entre sus características de personalidad, sin embargo las circunstancias le han hecho entender que no siempre ayuda la total transparencia. El contexto puede estar susceptible a la sinceridad y necesitar un filtro que actúe como protección.
Le llevó un tiempo largo poder entender ciertas necesidades; ahora es momento de dejar la teoría de lado y practicar. Sin resultados garantizados ni situaciones ideales, de a poco va aumentando su lista de estrategias de supervivencia. Con un poco de previa meditación y otro tanto de improvisación, se sumerge comprometida al mar de relaciones y conflictos. Los resultados siempre son parciales, acordes a su concepción de la vida. Nada mal. Después de todo, ella vive en una constante cadena de comienzos y finales.