domingo, 11 de abril de 2010

Pequeño manifiesto

No sabe cuándo comenzó a sentir que el individualismo es una amenaza contra cualquier intención de funcionamiento grupal. No sabe cuándo empezó a darse cuenta que actuar únicamente según su propio criterio o sólo en función a su necesidad, siempre ha desencadenado la ruptura de todo intento de colectividad.
Tal vez nunca se entere en qué momento intentó separarse de su centro, pero la realidad es que ella está en ese proceso de cambio hacia un existencia que no es reducible a un número más de la maquinaria social. Por el contrario, intenta ser una persona, cuyo bienestar individual, sea consecuente con el de su sociedad.

2 comentarios:

  1. Nada fácil, Laura, tremendos manifiestos escritos al respecto. Los anarquistas, sobre todo, trataban de pensar al individuo nunca despojado de su individualidad, viviendo en sociedad... ¿sería posible? me gusta pensar en una vida egoísta -a pesar de toda la mala prensa que conlleva el término- en perfecta armonía con la comunidad...

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  2. Me gusta pensar que es posible, aunque sea pensarlo como una especie de resistencia al sistema.
    Empecemos a compartir aquellas cosas que suspuestamente están creadas para el bienestar únicamente personal. Como me dijo una vez una amiga: " Yo tengo un lavarropas comunitario. El que lo necesite, que venga con sus cosas y lo use".

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