jueves, 7 de julio de 2011

Consulta médica XVI

-Hola doctor
-Hola Beroldo, pase por favor, ¿cómo está?
-Muy bien, gracias, ¿Y usted?
-¿Está segura? La noto demasiado seria
-Sí, estoy bien, lo que pasa es que estaba pensado en el asunto de mi consulta de hoy
-Ah, bueno, entonces vayamos a ella sin más demoras. La escucho
-La realidad es que mientras venía para acá, me puse a pensar si no debería haberme sacado un turno con el dentista. Quizás me equivoqué al recurrir a usted esta vez
-Cuénteme qué le pasa antes de sacar conclusiones adelantadas. No sea catastrófica, Beroldo. No es su estilo
-Sí, tiene razón. Es que no quiero molestarlo con cosas que quizás tenga que consultar con otro especialista
-¿Me va a decir qué le ocurre?
-Sí, perdón, doctor, no se enoje
-Usted sabe que no me enojo, querida
-Lo que me pasa es que, de vez en cuando, me duele la boca
-¿La boca? ¿Qué parte de la boca?
-Ninguna parte en especial, doctor. Toda la boca. No es un diente ni la encía, es toda la boca
-Pero qué cosa rara, y dígame, ¿puede distinguir en qué momentos le duele?
-No podría decirle con precisión. Eso es lo que venía pensando, de hecho
-¿Le duele cuando se levanta por la mañana? Quizás duerme muy tensa.
- Pero no me pasa exactamente a la mañana. Creo que me ocurre después de momentos de gran exposición. Sí, definitivamente, por ahí viene la causa, ahora que lo pienso
-¿A qué se refiere con momentos de gran exposición?
-Cuando tengo que hablar para otras personas que me están mirando. Por ejemplo, en una clase ante un profesor, en una asamblea. El otro día fui a la reunión de consorcio de mi edificio. Ese fue otro momento de exposición
-¿Qué quiere decir con eso? ¿Acaso tiene problemas para expresarse en público?
- No, la verdad es que no. A veces me pongo un poco nerviosa pero no es algo que no pueda controlar o que no me permita hacer lo que tengo que hacer
-Y entonces, ¿por qué relaciona su dolor con esos momentos? Por lo que me cuenta, no se tensiona demasiado, y este dolor que usted tiene, yo lo relaciono con algún tipo de tensión
-Pero entonces usted está descartando que sea un dolor reflejo de otra cosa, de algo físico
-No, querida, yo hasta ahora no dije nada con respecto a eso. Simplemente estoy pensando en base a lo que usted me cuenta. Me dijo que relacionaba su dolor a los momentos de exposición, por eso yo no nombré otros posibles motivos.
-Tiene usted razón.
-¿Está pensando que en realidad es otra cosa? ¿Quiere que hagamos un chequeo médico general? Análisis de sangre y orina, radiografías, electrocardiograma…¿quiere comenzar ahora? Pase a la camilla, por favor
-No, pare doctor. Qué raro que justo usted me incentive a hacerme todos esos estudios “por las dudas”.
-Pero Beroldo, no me maree. ¿No me quiso hacer notar que yo no estaba teniendo en cuenta que su dolor puede ser síntoma reflejo de otra cuestión mayor? Por eso, le estoy proponiendo que lo estudiemos
-Sí, yo le dije eso. Pero no, creo que no es lo que necesito
-¿Me deja hacerle una pregunta?
-Por supuesto, doctor
-En esos momentos “de exposición”, como usted los llamó. ¿Usted dice todo lo que quiere decir, todo lo que piensa?
-En general, sí. Bueno, a veces, debo confesar, me trabo un poco
-¿Se traba al hablar?
-Sí, a veces me ocurre que tengo muchas cosas que quisiera decir pero no quiero bombardear al otro, entonces, hago una selección mental de lo más importante
-¿Y qué hace con las palabras que descarta por “menos importantes”?
-Las mastico
-¿Las mastica? Qué interesante, es decir, después de una charla, usted se queda masticando las palabras que no pudo pronunciar
-Sí…¿usted piensa que mi dolor tendrá que ver con eso?
-¿Qué piensa usted, querida?
-Que la consulta me ha dejado mucho para pensar.
-Creo lo mismo, Beroldo
-Hasta la próxima, doctor. Muchísimas gracias.
-Un momento, querida ¿está segura de que no quiere realizarse el chequeo médico?
-Muy gracioso, doctor. Usted sí que se divierte conmigo
-¿Qué le voy a decir? Tiene usted razón, mi querida
-Adiós, doctor, hasta pronto
-La espero pronto, adiós

1 comentario:

  1. estimada beroldo, si me permitís la intromisión y el descarado consejo desde mi recorte del mundo, no hay que masticar palabras. te empieza doliendo la boca y te termina doliendo el espíritu. 'hay que sacarlo todo afuera, como la primavera'. tenemos los medios y las libertades para hacerlo.
    salud! brindo por haber llegado a este espacio y celebro que tengas mucho por decir.

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