Hace un tiempo que sueña que se queda muda. La pesadilla ilustra a su señal acústica original, extinguiéndose en la distancia. A pesar de que insiste en que le devuelvan la voz aunque tan sólo sea en forma reflejada, la respuesta tarda en aparecer. Cuando se han acumulado las ondas, preparadas para producir el sonido tan esperado, se interrumpe abruptamente el proceso.
Una vez conciente de su despertar, no puede dejar de sentir ese gusto a libertad que entra en escena al comenzar a gritar.
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