martes, 10 de noviembre de 2009

Mal humor

Tiene miedo que esa alteración de la química cerebral sea contagiosa. Observó en demasiados casos que el problema se ha vuelto un malestar crónico. El muy entrometido aparece generalmente por la mañana y, casi estadísticamente, podría decirse que prefiere comenzar su trabajo los días domingo. Se ha demostrado que es persistente a las historias cómicas, los accidentes graciosos y hasta a las buenas intenciones.
A partir de esas conclusiones, es que ha decidido tener más cuidado. Tiene miedo de provocar la reacción inversa, si se le ocurre el intento de salvar a algún paisano conocido que ha caído en esas garras. Definitivamente, no duda en afirmar que las más de las veces es mejor callar un vino, a hablar sinrazones que sólo empeoran la cuestión. A través de este mecanismo de ensayo-error, es que se dio cuenta que ella también necesita lo mismo. Si los malos humores tienen la intención de perturbar su paz interior, será mejor dejarlos ser. Cuanta menos atención les dedica, más rápidamente se arrepienten de haberla elegido como morada. Casi es un saber popular que nadie contraargumenta, aquel que dice que no hay cosa que hiera tanto como la indiferencia.

2 comentarios:

  1. HAY ALGO QUE HIERE MÁS, Y ES EL DIFERENCIAL!

    ResponderEliminar
  2. ¿Me está hablando del campo de las matemáticas? ¿de cálculos, de derivadas??

    ResponderEliminar